jueves, 26 de mayo de 2016

Lo profano y lo Sagrado

Lo que es característico del fenómeno religioso, es el hecho de que siempre supone una división bipartita del universo conocido y cognoscible en dos géneros que comprenden todo cuanto existe, pero que se excluyen mutuamente. Las cosas sagradas son aquellas protegidas y aisladas por las prohibiciones; las cosas profanas, aquéllas a las que se aplican las prohibiciones y que deben permanecer a distancia de las primeras. Las creencias religiosas son representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que mantiene, sea unas con otras, sea con las cosas profanas. Por último, los ritos son reglas de conducta que prescriben cómo debe comportarse el hombre con las cosas sagradas

Biociencias

Comparto la opinión de los colegas que creen que las biociencias obtendrán éxitos rápidos que también podrá aprovechar la biotécnica: «Science so often confounds the best predictions, and we should not risk finding ourselves unprepared for the genetic engineer's equivalent of Hiroshima. Better to have principies covering impossible situations than no principies for situations that are suddenly upon us». C«La ciencia confunde a menudo los mejores pronósticos, y no deberíamos correr el riesgo de encontrarnos desprevenidos frente al equivalente de Hiroshima en ingeniería genética. Es mejor disponer de principios para enfrentar situaciones imposibles que no tenerlos para situaciones que se nos presentan de repente.

J Habermas

“El alma primitiva”,


Lucien Lévy-Bruhl




¿En el principio fue la mística? Lucien Lévy-Bruhl llegó a ser conocido mundialmente por su teoría de que “el hombre primitivo” (que es, nunca lo olvidemos, la base genética que conforma nuestro propio ser) posee una “mentalidad prelógica”, es decir, que su forma de interpretar el mundo parte, no de la observación objetiva de las causas y los efectos, sino de una participación de experiencias objetivas y subjetivas dentro de la cual ostentan la supremacía las interpretaciones sobrenaturales de todos y cada uno de los hechos trascendentes de su entorno.

martes, 10 de mayo de 2016

El mercado del arte

Nicolás Barrera






El mercado del arte 


La posición que ha tomado el mercado en lo que fue el siglo XX y lo que va del siglo XXI está en la demostración del objeto como un bien poseedor de la felicidad, en tal sentido a los objetos materiales les son dadas características que van más allá de la función por las que fueron creados, es decir, los objetos adquieren la propiedad de disfraz para sus propietarios. Y en esa dinámica los medios de comunicación y las TIC juegan un papel importante, ya que contribuyen a la generación de estereotipos, cuyo fin es que lo consumidores imiten ciertas formas de vivir.

 Los objetos y el arte tienden a perder su objetivo funcional y su verdadera intención, como lo fue el significado original de la pintura de Pollock, que sería verdaderamente difícil comprender sin contextualizarnos en su intención de ruptura con el tradicional caballete. La  colección le demuestra cierto estatus a su poseedor, es así que en la crítica al capitalismo se le ha cuestionado esta lógica de darle propiedades mágicas al objeto que exaltan la autoestima en las personas, a tal punto de reconocerse en ellos y otros de demostrar su poder adquisitivo, como la señal de pertenecer a una clase social excluyente, no es que las clases populares se les niegue la participación en las inauguraciones de exposiciones o subastas del arte, sino que se les es imposible pagar una exageración por estas o comprender el sentido de la obra si lo que está de relieve es el acontecimiento de vender, entiéndase que no es necesario poseer ni gastar una fortuna en la obras de artistas fallecidos o vigentes para reconocer la intencionalidad de la obra.
Estos bienes útiles o no, (en el caso de la obra de arte) pertenecen a la dinámica de un medio del consumo acelerado. Es de esta manera que los objetos tienen una validez de corta duración y su poseedor no es exclusivamente de las clases más adineradas (Arroyo, s.f.). La venta de la obra de arte se reconoce desde tiempos atrás, cuando su propia naturaleza era la de satisfacer las necesidades de los terceros, sin embargo actualmente sucede con la obra de arte, lo mismo que a las modas de las clases medias y altas.
  



  Las convocatorias artísticas exigen ciertos parámetros en las temáticas del arte, también pasa que algunas obras son rechazadas por su carácter chocante con ideologías y políticas. Las galerías independientes de Bogotá muchas veces patrocinan modalidades de arte que por su materialidad hacen más fácil la venta del “objeto” de aquí evidenciamos que en la pasada feria de ARTBO, muchas de las obras permitían ese registro de su existencia, aquí no solo se miraba arte, sino también al artista, entonces si queríamos, podíamos recibir un autógrafo de éste por la compra de su libro. Actualmente el arte que podríamos señalar independiente de la dinámica del consumo a la vez que es trascendente, serían las acciones performáticas[1], las instalaciones o las obras participativas por parte del público.




       







[1] La artista serbia  Marina Abramović en 1974 ejecuto su performance titulado Ritmo 0, donde ella mantuvo una posición de pie y dispuso de una mesa con distintos objetos entre ellos una pistola, un cuchillo, un ramo de rosas y cadenas, en esta acción las personas podían hacer lo que quisieran con los objetos e interactuar con la artista, inicialmente hubo distancia del público, luego se tomaron más confianza, algunos le rasgaron la ropa, otros le clavaron las espinas de las rosas y uno de ellos le apunto con la pistola. Aquí se demostró la naturaleza humana, en donde al no existir la fuerza de coerción, los seres humanos con aprobación del conjunto social podemos agredir a otras personas. (Gonzaléz 2015)    














Andreas Gursky. Em Arena II, Amsterdam. 2000. C-Print. 275 cm. x 205 cm




En las fotografías de Gursky se evidencia la cuestión de la cultura del consumo, muchas de sus fotografías están dedicadas a mostrar la amplitud que muestran los productos de consumo como los alimentos y los lugares que acogen a las masas, fabricas estadios, etc, Maria Antonia Blanco expone como los jugadores del fútbol dejan se convierten en objetos de libre mercado.









Referencias bibliográficas

Arroyo, M. A. (s.f.). Universidad de Sevilla. Obtenido de http://asri.eumed.net/0/maba.html


González, D La piedra de Sísifo (2015). Obtenido de http://lapiedradesisifo.com/2015/02/10/ritmo-0-haz-conmigo-lo-que-quieras/