martes, 10 de mayo de 2016

El mercado del arte

Nicolás Barrera






El mercado del arte 


La posición que ha tomado el mercado en lo que fue el siglo XX y lo que va del siglo XXI está en la demostración del objeto como un bien poseedor de la felicidad, en tal sentido a los objetos materiales les son dadas características que van más allá de la función por las que fueron creados, es decir, los objetos adquieren la propiedad de disfraz para sus propietarios. Y en esa dinámica los medios de comunicación y las TIC juegan un papel importante, ya que contribuyen a la generación de estereotipos, cuyo fin es que lo consumidores imiten ciertas formas de vivir.

 Los objetos y el arte tienden a perder su objetivo funcional y su verdadera intención, como lo fue el significado original de la pintura de Pollock, que sería verdaderamente difícil comprender sin contextualizarnos en su intención de ruptura con el tradicional caballete. La  colección le demuestra cierto estatus a su poseedor, es así que en la crítica al capitalismo se le ha cuestionado esta lógica de darle propiedades mágicas al objeto que exaltan la autoestima en las personas, a tal punto de reconocerse en ellos y otros de demostrar su poder adquisitivo, como la señal de pertenecer a una clase social excluyente, no es que las clases populares se les niegue la participación en las inauguraciones de exposiciones o subastas del arte, sino que se les es imposible pagar una exageración por estas o comprender el sentido de la obra si lo que está de relieve es el acontecimiento de vender, entiéndase que no es necesario poseer ni gastar una fortuna en la obras de artistas fallecidos o vigentes para reconocer la intencionalidad de la obra.
Estos bienes útiles o no, (en el caso de la obra de arte) pertenecen a la dinámica de un medio del consumo acelerado. Es de esta manera que los objetos tienen una validez de corta duración y su poseedor no es exclusivamente de las clases más adineradas (Arroyo, s.f.). La venta de la obra de arte se reconoce desde tiempos atrás, cuando su propia naturaleza era la de satisfacer las necesidades de los terceros, sin embargo actualmente sucede con la obra de arte, lo mismo que a las modas de las clases medias y altas.
  



  Las convocatorias artísticas exigen ciertos parámetros en las temáticas del arte, también pasa que algunas obras son rechazadas por su carácter chocante con ideologías y políticas. Las galerías independientes de Bogotá muchas veces patrocinan modalidades de arte que por su materialidad hacen más fácil la venta del “objeto” de aquí evidenciamos que en la pasada feria de ARTBO, muchas de las obras permitían ese registro de su existencia, aquí no solo se miraba arte, sino también al artista, entonces si queríamos, podíamos recibir un autógrafo de éste por la compra de su libro. Actualmente el arte que podríamos señalar independiente de la dinámica del consumo a la vez que es trascendente, serían las acciones performáticas[1], las instalaciones o las obras participativas por parte del público.




       







[1] La artista serbia  Marina Abramović en 1974 ejecuto su performance titulado Ritmo 0, donde ella mantuvo una posición de pie y dispuso de una mesa con distintos objetos entre ellos una pistola, un cuchillo, un ramo de rosas y cadenas, en esta acción las personas podían hacer lo que quisieran con los objetos e interactuar con la artista, inicialmente hubo distancia del público, luego se tomaron más confianza, algunos le rasgaron la ropa, otros le clavaron las espinas de las rosas y uno de ellos le apunto con la pistola. Aquí se demostró la naturaleza humana, en donde al no existir la fuerza de coerción, los seres humanos con aprobación del conjunto social podemos agredir a otras personas. (Gonzaléz 2015)    














Andreas Gursky. Em Arena II, Amsterdam. 2000. C-Print. 275 cm. x 205 cm




En las fotografías de Gursky se evidencia la cuestión de la cultura del consumo, muchas de sus fotografías están dedicadas a mostrar la amplitud que muestran los productos de consumo como los alimentos y los lugares que acogen a las masas, fabricas estadios, etc, Maria Antonia Blanco expone como los jugadores del fútbol dejan se convierten en objetos de libre mercado.









Referencias bibliográficas

Arroyo, M. A. (s.f.). Universidad de Sevilla. Obtenido de http://asri.eumed.net/0/maba.html


González, D La piedra de Sísifo (2015). Obtenido de http://lapiedradesisifo.com/2015/02/10/ritmo-0-haz-conmigo-lo-que-quieras/ 

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