Con motivo de esclarecer la similitud que existe de estas dos materias en el campo de la civilización humana, decidí atreverme a hablar del asunto en los términos antropológicos, y para ello citando al teólogo y filósofo alemán Friedrich Schleiermarcher, quien negó que la razón fuera el único método para alcanzar a Dios, pero afirmaba que era imprescindible la ética y la moral
Decía este autor, que solo era necesario
imaginar a Dios, para seguir en la rectitud, y que la moral es por tanto una
virtud que desprende de tal idea. Ahora entendiendo que la religión contrasta
con la magia, en el sentido que aparta la sumisión de una divinidad, y es el
mago que no intenta entregarse a algún indicio de moral y mucho menos a la
sumisión de algún dios.
Sin embargo la pregunta sería entonces, si la
religión en algún momento siempre tuvo este factor sumiso y ético. Émile
Durkheim se preguntaba qué hacía a una religión, [2] y sabemos que: en la magia, el mago no tiene
una feligresía, tampoco existe una iglesia mágica, y mucho menos un pecado mágico.
Pero una aproximación mítica con el fenómeno religioso, es quizás el tabú, entiéndase
como las restricciones morales primitivas, aún vigentes en algunas culturas, si
pensamos en el pecado original, o los pecados solo el hombre primitivo sabe cómo
salir de él, aquí es donde acude al ruego y el perdón de su dios, y es que es
el poder de la palabra que en el término de un ser omnipotente, puede ser asociado
con la magia, pues escapa de la intervención de la materia, y solo es el soplo mágico,
lo originado por el ser supremo, y solamente es conocido en lo predicado por él
chaman y el sacerdote, la evolución intelectual del mago.
Citas
[1]
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F. Schleiermacher, sobre la religion, discursos a sus
menospreciadores cultivados.
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[2]
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É. Durkheim, Las formas elementales de la vida religiosa,
1912.
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