Parte de la explicación se encuentra en los frescos del castillo de Capestang. Allí pueden verse pinturas de demonios cornudos o bufones que se exhiben sin pudor. Las imágenes se mezclan con otras de significado religioso. Otras muestran escenas de la vida cotidiana.
viernes, 11 de marzo de 2016
Escena amorosa
El año pasado, en una casa a punto de ser derruida cerca de Bèziers, un equipo de historiadores encontró una colección de frescos del siglo XV tras los falsos techos del inmueble. Cuando vio todas aquellas muestras de arte entre los cascotes, el responsable del ayuntamiento detuvo la demolición y dejó que los historiadores desvelasen el misterio de aquellas pinturas.
En los últimos años habían sucedido cosas parecidas en otras ciudades francesas. Por ejemplo, en la región de Languedoc-Rousillon, que linda al sur con Cataluña, se descubrieron numerosos frescos de esta época detrás de una capa de pintura blanca que había sido pintada en el siglo XVIII. Pero, ¿por qué querrían los dueños del inmueble tapar unas obras de arte tan espectaculares?
Arte en la Edad Media: más allá de las escenas religiosas
cuando uno piensa en la pintura del siglo XV le vienen a la mente imágenes religiosas, vírgenes y escenas bíblicas. Pero no todo el arte durante el final de la Edad Media en Europa era así. Estudios recientes desvelan otro tipo de decoración en las zonas más privadas de edificios religiosos, en las mansiones de familias pudientes e incluso en las casas de los arzobispos de la época. En Francia, se acaba de descubrir un importantísimo ejemplo de este tipo de arte.
sábado, 5 de marzo de 2016
El arte de vender mierda
Este artículo de Javier Armentia es el prólogo del nuevo libro ‘El arte de vender mierda. El fecomagnetismo, la homeopatía y otras estafas’, de Fernando Cervera, una obra que inventa una nueva ‘medicina alternativa’, el “fecomagnetismo”
La filosofía científica de Mario Bunge
La editorial Laetoli ha creado la “Biblioteca Bunge” con la que pretende reeditar y difundir obras clásicas de este filósofo singular, comprometido con la filosofía científica, el pensamiento racional y una visión progresista radical de la sociedad y la política. Mario Bunge (Buenos Aires, 1919) es consejero editorial de ‘Materia’.
Facultad de pseudociencias
Las pseudociencias, tales como la astrología y la quiromancia,
siempre han sido populares, a menudo más que las ciencias. Ahora, cuando está
de moda exigir que las universidades satisfagan la demanda del mercado, habría
que enseñarlas abierta y sistemáticamente, en lugar de hacerlo solapadamente en
las facultades de humanidades. El consumidor tendría que poder elegir
libremente entre la Facultad de Ciencias y la Facultad de Pseudociencias. Y el
diploma debiera autorizar a ejercer la profesión.
miércoles, 2 de marzo de 2016
Cuerpo y Arte
Nicolas Barrera
El cuerpo como tema del arte es
evidentemente expuesto por los artistas colombianos como una forma de crítica ante
los malestares de la violencia, al ser este demasiado vulnerable, es propenso a
manifestar el sufrimiento con marcas; es el cuerpo la expresión material de los
seres y en tanto así la forma exterior de la que nos valemos como justificación
para generar arte. Reconocemos el cuerpo como la cara visible de los hombres y
mujeres, de quienes no pueden ofrecernos un dialogo, de aquí que los autores colombianos
se sensibilicen de éste y encuentren en él una narrativa legible por sí mismo.
En concordancia con el cuerpo como testigo y expresión,
se encuentra la obra de Miguel Ángel Rojas con El David-Quiebramales y Libia Posada con Signos Cardinales, solo por nombrar dos obras que comprometen la
realidad del país y su proyección en el cuerpo. En el 2004 fue expuesta la fotografía
nombrada popularmente como El David,
en esta escena el artista Miguel Ángel Rojas ha propuesto una imitación de la célebre
escultura del artista Miguel Ángel Buonarroti, en la escena se percibe un joven
soldado mostrado como guerrero y con gran fortaleza a pesar de haber perdido su
pierna izquierda, por causa de las minas antipersona.[1]
Continuando con las piernas como soporte del cuerpo, como lo revela Rojas, en donde
afirma que esta idea fue lo que le inspiro a crear su obra, se encuentra del
otro lado Libia Posada con signos cardinales.
"Son los retratos de algunas personas. Son
los retratos que están armados desde sus piernas porque es el lugar del cuerpo
que les ha permitido salvar sus vidas”…
En
las piernas marca la ruta que tomaron doce mujeres campesinas, quienes fueron
obligadas a dejar su tierra por culpa del conflicto.[2]
Para Libia, estas marcas cartográficas sumando el acompañamiento que ella hace
al escuchar las distintas historias, les devuelve la dignidad a las víctimas.
Es en el sentido de las experiencias del cuerpo que lastimosamente el
espectador puede acceder a las realidades inadvertidas que vive Colombia, tanto
Libia como Miguel Ángel pudieron encontrar un lenguaje que acercara a las víctimas
con el artista, y en consecuencia una aceptación positiva por parte de los
afectados, lo que indica una verdadera dignificación.
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