El arte y la teoría entre la experiencia y la práctica
Este escrito desde un punto personal del
autor, nos plantea la problemática que surgen en la definición del arte, en
cómo se puede definir una teoría del arte, y desde luego de su labor en el
ámbito estético, Shusterman duda del planteamiento artístico visto desde la experiencia,
pues esta cubre demasiados terrenos, que podrían parecer estéticos, pero indudablemente
están por fuera de lo artístico, y realmente esta cuestión, de definir el arte,
se nos ha convertido, en una incógnita casi que indescifrable, a pesar de eso
Shuterman quiere acercarnos un tanto,
Más la idea de la
experiencia no puede se ser del todo rechazada, por eso sería conveniente mirar
más detenidamente la práctica como teoría actual predominante, El autor que nos
presenta este escrito da cuenta de ello y por eso siente la necesidad de
acercarse a Dewey, y bien cabe remontarse a los inicios de la filosofía, en
donde ya veríamos el carácter permanente que tiene la poesía, y la sabiduría, y
que en ella se expone un aporte, es
interesante como Platón suma importancia a la filosofía, desde un punto de
vista nos deja claro el conocimiento que
nos puede brindar, acerca de la estética, en su opinión, superior a lo conocido
en las artes.
En su defensa
Aristóteles le concede a la tragedia, la
verdad aún más que lo histórico, pero nos quedaría la duda si esta verdad es la estética, y ya cuando la mimesis
deja de ser atrayente surgen nuevos conceptos, y difícilmente el arte se logra
adecuar a una misma concepción. Desde Weitz,
él, a respuesta de la definición de arte, dice que no existe una verdad,
y afirma que el arte no tiene una esencia común, por lo que no tiene definición,
y no podemos asociarlo a un mismo significado, si se tiene en cuenta que este
es propenso al cambio.
Pero los filósofos
abandonaron el conjunto en definición del arte y se lanzaron a darles
respuestas a la lógica de su concepto,
sé que desde este punto existen muchas vías de exploración, y aún más
enriquecidos por su variedad, Dickie afirma que la propiedad de arte, es decir,
si algo es una obra de arte, no implica
si es mala o buena, en esta medida se
esboza un análisis evaluativo del arte.
Las instituciones en
su estructura tienen funciones y dictámenes, como en lo religioso o lo
político, al artista no se le puede
excomulgar, por tal motivo el arte no pertenece a ninguna institución sino a la
tradición.
El arte lo definirían algunos como la práctica social, y una
práctica es un conjunto de actividades,
y conocimientos relacionados para conseguir un fin o un bien interno, y
por consecuencia un bien externo (como la fama).
La definición del arte como práctica se extiende desde la
participación del sujeto, el objeto-arte, y la acción del receptor, sin embargo el arte es más que la
representación, es una transformación, y
que este es a la vez la teoría, donde el teórico le da rumbo a la historia del
arte.
El arte como experiencia según Dewey, como determinar el valor del arte,
poniendo en común la idea del arte como práctica histórica, que se puede determinar
con procedimientos de esta misma práctica, Shusterman niega que al arte en su
valor se le reduzca como instrumento de otro fin, (sea la cognición, la
moralidad, el equilibrio psíquico, o la talla intelectual).
La experiencia estética constituye un fin, entonces se puede
definir el arte en función de ella, entonces la experiencia estética se
extiende más allá de la práctica
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