lunes, 19 de octubre de 2015

Estética pragmatista, Richard Shusterman


El arte y la teoría entre la experiencia y la práctica

   Este escrito desde un punto personal del autor, nos plantea la problemática que surgen en la definición del arte, en cómo se puede definir una teoría del arte, y desde luego de su labor en el ámbito estético, Shusterman duda del planteamiento artístico visto desde la experiencia, pues esta cubre demasiados terrenos, que podrían parecer estéticos, pero indudablemente están por fuera de lo artístico, y realmente esta cuestión, de definir el arte, se nos ha convertido, en una incógnita casi que indescifrable, a pesar de eso Shuterman quiere acercarnos un tanto,

   Más la idea de la experiencia no puede se ser del todo rechazada, por eso sería conveniente mirar más detenidamente la práctica como teoría actual predominante, El autor que nos presenta este escrito da cuenta de ello y por eso siente la necesidad de acercarse a Dewey, y bien cabe remontarse a los inicios de la filosofía, en donde ya veríamos el carácter permanente que tiene la poesía, y la sabiduría, y que en ella se expone un aporte,  es interesante como Platón suma importancia a la filosofía, desde un punto de vista nos deja claro  el conocimiento que nos puede brindar, acerca de la estética, en su opinión, superior a lo conocido en las artes.
   En su defensa Aristóteles le concede a la tragedia,  la verdad aún más que lo histórico, pero nos quedaría la duda si esta  verdad es la estética, y ya cuando la mimesis deja de ser atrayente surgen nuevos conceptos, y difícilmente el arte se logra adecuar a una misma concepción. Desde Weitz,  él, a respuesta de la definición de arte, dice que no existe una verdad, y afirma que el arte no tiene una esencia común, por lo que no tiene definición, y no podemos asociarlo a un mismo significado, si se tiene en cuenta que este es propenso al cambio.
 Pero los filósofos abandonaron el conjunto en definición del arte y se lanzaron a darles respuestas a la lógica de su concepto,  sé que desde este punto existen muchas vías de exploración, y aún más enriquecidos por su variedad, Dickie afirma que la propiedad de arte, es decir, si algo es una obra de arte,  no implica si es mala o buena,  en esta medida se esboza un análisis evaluativo del arte.
 Las instituciones en su estructura tienen funciones y dictámenes, como en lo religioso o lo político,  al artista no se le puede excomulgar, por tal motivo el arte no pertenece a ninguna institución sino a la tradición.
El arte lo definirían algunos como la práctica social, y una práctica es un conjunto de actividades,  y conocimientos relacionados para conseguir un fin o un bien interno, y por consecuencia un bien externo (como la fama).
La definición del arte como práctica se extiende desde la participación del sujeto, el objeto-arte, y la acción del receptor,  sin embargo el arte es más que la representación, es una transformación,  y que este es a la vez la teoría, donde el teórico le da rumbo a la historia del arte.

El arte como experiencia según  Dewey, como determinar el valor del arte, poniendo en común la idea del arte como práctica histórica, que se puede determinar con procedimientos de esta misma práctica, Shusterman niega que al arte en su valor se le reduzca como instrumento de otro fin, (sea la cognición, la moralidad, el equilibrio psíquico, o la talla intelectual).
La experiencia estética constituye un fin, entonces se puede definir el arte en función de ella, entonces la experiencia estética se extiende más allá de la práctica

      

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